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Carlos Souto (foto) salió el viernes a la noche de su agencia La Ese tras concluir una operación de manipulación en un medio digital. Ordenó que todos los empleados de la agencia revirtieran los resultados de una encuesta. en la misma se preguntaba si Felipe y Marcela Noble Herrera sufrían la presión del gobierno o eran rehenes de Clarín. La agencia cuenta con sistemas tecnológicos que disfrazan la identidad de las computadoras y los teléfonos utilizados. Lo más grave: contrata en negro a jóvenes que aspiran a ser comunicadores y los utiliza para simular que son genuinos lectores o radioescuchas. Los textos para postear en las páginas digitales o para mensajes radiales son escritos por creativos de la Ese. El jueves, una ejecutiva de Clarín fue a ver como funcionaba el equipo de posteadores para mandar mensajes a favor de la solicitud publicada ese día y firmada por los hijos de la dueña del multimedio.
La batalla que se avecina...
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