24 de abril de 2010

El extractante de ideas

Posiblemente, se me ocurre, la primera entrada de un blog, sea la más visitada. A lo largo de su existencia (espero no muy corta), muchos serán los que se pregunten cual fue el primer post que publicó el muchacho este, tan desquiciado por cierto. Algunos, de curiosos no más, otros, en busca de esmero ajeno. Cierto es que ni unos ni otros se irán contentos al terminar de leer estas lineas.

Puede suponerse, esperarse, se encontrarán aquí las razones explícitas del por qué de este blog, de su existencia o al menos, naturaleza. Pero la verdad es que solo expongo algunas pistas, pocas claves, al respecto.

Y es que no tengo, o siquiera se me ocurren, buenas causas que devinieran en la creación de un medio para expresar lo que pienso sobre tantas cosas. Quién puede, al menos en parte, estar interesado en lo que tenga para decir? A quién le puede importar la opinión de un peatón de calles comunes, tantas veces transitadas y tan con mejor gracia?

Y es que ni cuento con grandes ideas revolucionarias, ni pretendo tenerlas. No poseo una pluma afilada, ni mucho menos un tintero desbordante de metáforas. Con un léxico limitado y más limitadas aún herramientas literarias, acá le ando, andando, posteando. No soy periodista, ni disiento de ellos. No soy un erudito de las ciencias sociales, y de hecho, poco las comprendo. No soy político, decía, ni desconfío de ellos. Al menos,no de todos.

No soy peronista, ojo al piojo, ni soy de izquierda. Pero mucho menos pertenezco a la derecha, reaccionaria o no, neoliberal, o no. Tengo sitios comunes, debo decir, con autonombrados peronistas de Perón y Evita, kirchneristas y ultrakirchneristas. Con zurdos de Zamora y del mismisimo Lenin. Pero poco puedo encontrar cuando busco coincidencias con lilitos, radicales, macristas, cobistas, etc, etc, etc.

Es, entonces, la finalidad de este blog, pertenecer.

Pertenecer al grupo de personas que se ponen "alegres" cuando observan por la televisión multitudinarias marchas de apoyo a la política actual. Soy de aquellos que se enorgullecen al escuchar a la presidente de todos nosotros hablar de igualdad y de derechos humanos en una cumbre en Washingtong, al tiempo que defiende nuestra soberanía sobre aquellas islas del sur, tantas veces convenientemente olvidadas en otros tiempos. Represento a esos mismos, que se les pianta un lagrimón, por qué no (por qué no contarlo, si para eso esta este post?), cuando escuchan la emotiva conferencia de prensa donde se puede ver, recordarán, a la presidenta sollozando al hablar de los caídos en batalla (sobre las Malvinas, claro) y del derecho y obligación de los argentinos a seguir la pelea, en forma civilizada, por vías políticas y diplomáticas, para recuperar su soberanía.

El por qué del título, me olvidaba, es claro (o pronto lo será).
Pretendo usar y hasta abusar, del contenido de otros blogs. De aquellos a los que sigo y de los que leo todos los días para informarme, más de lo que leo en todos los medios juntos. Y es que me pasa los que a muchos, la internet es mi medio. Ya sea de comunicación como de entretenimiento. Más aún lo es tabién de información.
Pretendo sacar provecho personal de plumas ajenas (y es que el que avisa no traiciona, creo que dicen por ahí). Obtener información de tantísimos blogs para recrearlos y repostear sus entradas con astuta soltura y ciertamente sin reparos morales.
Mis futuros amigos sabrán entender. Y es que a ellos les sobra lo que por acá escasea.
Será este, un blog de rejunte. Con pocas ideas propias pero mucha predisposición y buena voluntad para hacerlo.

Queda claro, y si no es así, lo entiendo perfectamente, cual es la linea de pensamiento de este humilde blogger. No así tal vez las ideas que expresará en su debido momento, ni mucho menos está clara la forma desprolija de plantearlas. Pero en fin, si el objetivo fuera gustar, informar o incluso convencer, me pondría a estudiar periodismo, letras, política exterior o alguna de esas yerbas sociales.

Por lo pronto, amigos y amigas, desde mi morada les saludo. Y les invito a pasar,
saquesé los zapatos don, póngase cómodo, que el partido recién arranca.

Suyo, Ramiro.


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